lunes, 12 de julio de 2021

Sara y Víctor Fernández triunfan en tierras gallegas

 

 El primer fin de semana de julio fue intenso para los hermanos Fernández Pérez del Club Natación Tizona. Sara y Víctor disputaron dos pruebas de natación de aguas abiertas en tierras gallegas con excelentes resultados.

El viernes, día 2, a las 23:00 daba comienzo la IV travesía nocturna “Ardora” en la playa de la Etea, en la ciudad de Vigo.

Un total de 125 participantes completaban la prueba de 2000 metros donde Sara Fernández alcanzaba la tercera posición en su categoría, con un tiempo de 34:33. A su vez, Víctor Fernández, lograba el octavo puesto en su categoría con un tiempo de 35:45.

Los dos nadadores utilizaron la singular travesía nocturna, una de las pocas en España, para “coger sensaciones” de cara la XI edición de la Travesía Costa Serena que disputarían el domingo, día 4.

La prueba, de las más numerosas en Galicia, contó con 450 participantes en Playa América, Nigrán.

La nadadora Sara Fernández, alcanzó la segunda posición en la prueba de 2700 metros con un tiempo de 44:24, por detrás de la portuguesa Viana Soares que detuvo el cronómetro en 42:25.

 

“No esperaba tan buenos resultados porque este año apenas hemos podido preparar pruebas largas. Con las restricciones de uso de las piscinas, los entrenamientos se limitaban a 45 minutos. Participaremos en alguna travesía más este verano aprovechando el buen momento de forma”.

El recorrido comienza en playa América, llegando hasta el faro Cabeza de San Xoan que se sitúa a 1.300 metros de la costa, en la bahía de Baiona. Una vez bordeado el faro, la travesía continua hasta la llegada en la playa de Panxón.

En la misma jornada, en la distancia de 4000m, participó Víctor Fernández que logró la posición número 33 con un tiempo de 1:08:24, atravesando la meta, orgulloso, con su hijo Roque, recientemente venido al mundo. Está claro que tendremos cantera.

 

 La travesía se llevó a cabo en formato contrarreloj, con salidas cada 5 segundos, bajo unas condiciones climatológicas complicadas de viento y oleaje que dificultad la orientación en el mar e incrementaban la exigencia para vencer la corriente.

 Como comprobamos continuamente, los nadadores del Tizona siguen con ganas de lanzarse al agua en cuanto tienen la oportunidad.

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